En esta
diurna...
En esta mañana quizás no haya luz
y ande cazando la órbita amarronada que retumba,
que se expande
y sacude en el fondo de la espalda, rasguña la espina dorsal.
La misma que me sigue con sus espadas en las nocturnas,
la misma que postea señas y contraseñas para matinas,
para el mate cocido.
En esta diurna visión sólo queda el filtro amarillo
en las persianas de sus calorcitos
y otras cuantas horas por correr, ventilar, zarandearla.
Ando viendo quién quebrará las curvas,
las nupcias obscenas,
las burlas y la jaqueca, este dolor de muelas.
Vaporosos remolinos quijotescos desde el centro he parido
para estremecer cada corte y enchufada,
cada aplauso y bofetada,
cada sancho y su macana,
cada zamba y esperanza.
En esta mañana quizás no haya luz amarronada
y su órbita siga ambulando sola o bien acompañada ,
mientras en el esplendor se destaque de la palma y sus cicatrices ,
de la costumbre muchedumbre ,
del rito de verse y endurecerse ,
endurecer de las luces y las sombras ,
del líquido ,
el envase con sus derrames y sus descansos descalzos .
Mientras en otros lados la córnea se planta los zapatos,
se abriga el hombro,
se inscribe en la tinta del cuadro
y en el plato de pastel de palta
y reina , reina con brillo preciso .
En esta mañana no queda nada
y los suicidios de los ojos contra el vidrio son coartadas,
los dedos en la bañera arrugados son rosarios ,
las luciérnagas de la órbita pagan el delirio en la foto
y en el gesto postrado que la figura enmudeció , publica , enamora .
En esta diurna quizás no
esté a oscuras En esta mañana quizás no haya luz
y ande cazando la órbita amarronada que retumba,
que se expande
y sacude en el fondo de la espalda, rasguña la espina dorsal.
La misma que me sigue con sus espadas en las nocturnas,
la misma que postea señas y contraseñas para matinas,
para el mate cocido.
En esta diurna visión sólo queda el filtro amarillo
en las persianas de sus calorcitos
y otras cuantas horas por correr, ventilar, zarandearla.
Ando viendo quién quebrará las curvas,
las nupcias obscenas,
las burlas y la jaqueca, este dolor de muelas.
Vaporosos remolinos quijotescos desde el centro he parido
para estremecer cada corte y enchufada,
cada aplauso y bofetada,
cada sancho y su macana,
cada zamba y esperanza.
En esta mañana quizás no haya luz amarronada
y su órbita siga ambulando sola o bien acompañada ,
mientras en el esplendor se destaque de la palma y sus cicatrices ,
de la costumbre muchedumbre ,
del rito de verse y endurecerse ,
endurecer de las luces y las sombras ,
del líquido ,
el envase con sus derrames y sus descansos descalzos .
Mientras en otros lados la córnea se planta los zapatos,
se abriga el hombro,
se inscribe en la tinta del cuadro
y en el plato de pastel de palta
y reina , reina con brillo preciso .
En esta mañana no queda nada
y los suicidios de los ojos contra el vidrio son coartadas,
los dedos en la bañera arrugados son rosarios ,
las luciérnagas de la órbita pagan el delirio en la foto
y en el gesto postrado que la figura enmudeció , publica , enamora .
pero con los restos de ese vagón de carga ,
de la alfombra alocada de los encuentros subterráneos ,
de la telaraña y tela del tejido que emana ...
veré ,
nubloso y desértico
fulero y rengo
con escamas y vendas ,
en fin ...veré .
Aunque no domine las horas vírgenes del porvenir a venir.
Aunque la posición venga de fueras
y tome fronteras del mameluco y el café ,
aunque me desorbite y el césped se parta , se abra ...
y caiga no en el fondo sino en el espacio de esa aura ,
y me caigan ,
con los rastros y a rastrillar las huellas ,
con los palos y a palear las tripas ,
será suficiente para mantenerme del empujón ,
en un pie ,
parado al costado doblado , sin firmes ,
y la órbita debajo del brazo ,
con el verano traerá tormentas y granizos ,
flores y caminos ,
sogas y un refresco en la mano .
algún dia del año 2011
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